Analizamos, contamos, visibilizamos, prevenimos, rompemos el silencio entorno al tabú del suicidio a través del formato documental.
No era un día como otro cualquiera. Al WhatsApp del director de este documental, Javier Álvarez Solís, llegó un mensaje anunciando la muerte de una persona cercana y querida. Jamás se lo hubiera imaginado. Desde entonces, empezó la necesidad de saber qué había detrás, qué puede llevarnos a querer acabar con todo, por qué es tan difícil consolar a las personas que quieres y han perdido a su hermano, a su hijo, a su esposa, a tantos… por qué el silencio te hiela la sangre y te endurece el rostro. Por qué nada es natural y todo es oscuro; y pesa. Y al dolor de la pérdida se suma la sorpresa.
Años más tarde un intento de suicidio de un familiar muy cercano fue el detonante de la búsqueda de Javier. Los comienzos tuvieron noches sin dormir y días frente al ordenador. La palabra maldita es el resultado de la búsqueda de respuestas de Javier en formato documental: «Estamos a una persona de la pesadilla del suicidio de alguien». Estas muertes, repentinas y trágicas, producen siempre asombro, incredulidad y un estado de desorientación total.
Hablar del suicidio ayuda a prevenir

Los suicidios son prevenibles según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las personas expertas del ámbito de la salud. Aun así, cada 40 segundos se suicida una persona en alguna parte del mundo y muchas más lo intentan. Son diez muertes al día en España, más del doble de víctimas que por accidentes de tráfico, y la primera causa de muerte no natural. Entre jóvenes de 15 a 29 años de edad, en particular, el suicidio es la segunda causa principal de muerte a nivel mundial.
Desde el año 2012 la OMS plantea un enfoque innovador, integral y multidisciplinar, con la participación tanto del sector de la salud como de otros como la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la religión, el derecho, la política o los medios de comunicación.
Supervivientes
«El impacto inicial de vivir de cerca una muerte por suicidio deja una cicatriz que es para siempre», afirma la Dra. Carmen Tejedor en la página de la asociación despresdelsuicidi.org. Una media de seis personas del entorno de cada persona que se suicida sufre las consecuencias emocionales de por vida. A la culpa, la vergüenza y la ira después de un suicidio se suma la injusticia de no poder hablar de ello porque se impone el silencio. Pues es hora hablar. En La palabra maldita nos sumamos y #RompemosElSilencio entorno al suicidio porque no hablar de ello no ha ayudado a prevenir las muertes y tenemos que empezar a hablar por cada una de las personas que se han suicidado. Muchas asociaciones de supervivientes ya lo están haciendo.
Mirada hacia adelante
El próximo 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Un día en el que se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir esta realidad que fulmina vidas. El resto del año también queremos recordar a las personas que se han ido y a las supervivientes que escalan una montaña cada día, apartando del camino como pueden la vergüenza y la culpa que rodea a cada muerte (*).
La palabra maldita, además del guión de esta propuesta de largometraje documental, es también la oportunidad de responder a cuestiones que llevan demasiado tiempo sin respuesta para Javier; quizás tú también te estés haciendo en estos momentos las mismas preguntas.
(*) Si tienes ideas o conductas suicidas o conoces a alguien que pueda tenerlas, llama a algunos de estos teléfonos. Lo importante es que pidas ayuda ahora:
- Servicios de Emergencia a través del 112 (SAMUR, SUMMA)
- Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza: 717 003 717 o 91 459 0055
- Teléfono de Prevención del Suicidio: 900 925 555