El pasado 10 de septiembre, como cada día desde 2003, fue el Día Mundial para la prevención del suicidio. Una labor de visibilización de este problema de salud pública que queremos continuar el resto del año a través de La palabra maldita y de nuestros canales de difusión.
El documental La palabra maldita analiza el fenómeno del suicidio desde diversos los ángulos para encontrar respuestas enfocadas en la prevención. El pasado día 10 pudimos compartir en varios medios de comunicación para qué se inicia este documental y cuál es la voluntad última: la aprobación de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio que recoja todas las medidas y los recursos necesarios para que las tasas de suicidio en España empiecen a disminuir. Agradecemos que muchos medios de comunicación se abran a hablar de suicidio y a aprender cómo podemos comunicarlo de la mejor manera para convertirnos en agentes de prevención. Todos aprendemos cada día.


El suicidio es un problema devastador de salud pública que afecta a personas, familias y a la sociedad entera. Sabemos que en otros países se han tomado medidas desde la administración que han servido para reducir las muertes. Estas experiencias nos dan esperanza, porque sabemos que la prevención del suicidio, en muchos casos, es posible.
El caso de Dinamarca
Históricamente, la tasa de suicidio en Dinamarca era la más elevada en el mundo, hasta que el estado adoptó medidas y estrategias para revertir esta situación. Una de las tácticas más efectivas fue disminuir el acceso a medicamentos (como barbitúricos y opioides) y fomentar el uso de antidepresivos con menor toxicidad, como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).
Otras medidas incluyeron: mayores restricciones al acceso de armas de fuego y sus municiones, creación de clínicas destinadas a brindar soporte y terapia a personas con riesgo de suicidio, ambulancias con psiquiatras que puedan acudir en situaciones graves, así como líneas telefónicas atendidas por voluntarios capacitados. Hoy en día las tasas de suicidio en Dinamarca han disminuido hasta los 10 suicidios por cada 100.0000 habitantes, un número igual al de otros países de la UE como Portugal o Irlanda.
Suecia y la política «cero suicidios»

Hoy son 48 países en el mundo los que cuentan con estrategias nacionales de prevención. Entre ellos, Suecia es el país con el objetivo más ambicioso: conseguir «cero suicidios». Esta estrategia se centra en lograr que nadie se encuentre en una situación de vulnerabilidad como para considerar el suicidio como la única salida. La Agencia de Salud Pública Sueca ha creado esta política, aprobada por consenso en el parlamento, porque varios partidos políticos suecos han querido poner soluciones al grave problema del suicidio. Los principales ejes del plan se centran en mejorar las oportunidades de los menos privilegiados, reducir del consumo de alcohol entre la población, restringir el acceso a herramientas que puedan ser utilizadas para el suicidio y reforzar su consideración como un asunto a tratar por psicólogos. En ese sentido, Suecia se ha centrado en aumentar las habilidades de los trabajadores de los servicios sociales para identificar tendencias suicidas y sus causas, y ser más capaces de poner en marcha medidas preventivas. Además, existe un importante apoyo tanto el sector público como del privado a las ONGs que se dedican a la prevención de esta lacra.
El principal logro de esta política ha sido eliminar el estigma del suicidio en Suecia, y aquí también podemos conseguirlo.
España necesita un Plan Nacional de Prevención
Cada día se suicidan 10 personas en España, y se estima que lo intentan 200 más. Hoy seguimos sin un Plan Nacional de Prevención del Suicidio pese a las recomendaciones de la OMS o del Congreso de los Diputados, que a través de su Comisión de Sanidad ya ha instado al Gobierno a aprobarlo, por unanimidad y hasta en dos ocasiones (2012 y 2017). De momento, solo algunas Comunidades Autónomas han empezado a trabajar en prevención de manera activa. Una de las pioneras fue Navarra en 2014, con su protocolo de prevención y actuación ante conductas suicidas. En la Comunitat la Generalitat Valenciana aprobó en 2017 su «Plan de Prevención del Suicidio y Manejo de la Conducta Suicida», y muchas otras comunidades han puesto en marcha políticas públicas en el mismo camino.
El suicidio es prevenible. Ya logramos reducir las muertes por accidentes de tráfico y por violencia de género. La palabra maldita quiere concienciar a la población sobre esta realidad de la que, lamentablemente, nadie estamos libres de sufrir en algún momento.